Ansiedad y Anorexia Nerviosa: enemigos silenciosos
- Colectivo Liberal
- 23 jul 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 6 ago 2020
por Melisa García Monroy
Según la página oficial de la Secretaría de Salud, se estima que el 12% de la población mundial padece ansiedad y que en México se registran cerca de 20 mil casos de anorexia y bulimia al año.
Durante los últimos meses los servicios de salud mental se han enfrentado a una oleada de pacientes que acuden a pedir ayuda debido a problemas para manejar la ansiedad que provoca el confinamiento debido al COVID-19, entre ellos, muchos por algún desorden alimenticio o trastorno de la conducta alimentaria (TCA), como lo es la anorexia.
Factores: Ansiedad y depresión.
En entrevista telefónica la especialista en desordenes de ansiedad y psiquiatría Mirna Alicia López Bravo, aseguró que estos desórdenes alimenticios se generan por trastornos de ansiedad como el trastorno obsesivo compulsivo, y estos son los que se deben tratar, pues si se atiende solo las consecuencias físicas de la anorexia, como la desnutrición por mencionar una, los pacientes recaerán y será muy difícil sacarlos de esa situación
“la mayoría de los pacientes no aceptan el problema que enfrentan, son sus familiares quienes los llevan con un médico para que los ayude a comer mejor, esto es un error, no es que no puedan, ellos no quieren comer, entonces solo mejoran sus trucos para no hacerlo y no atienden el principal problema que es un trastorno de ansiedad la mayoría de las veces”, declara la especialista.
Para entender mejor esto es necesario explicar que es la anorexia ; se define como anorexia nerviosa a la conducta en la cual un individuo se priva de los alimentos, pero lo hace conscientemente “tal vez no lo hace voluntariamente porque se han presentado casos en los que el paciente no busca bajar de peso, simplemente hay un impulso que no lo deja tomar alimentos, es una conducta obsesiva” explica la doctora Mirna.
También menciona que estos trastornos no siempre tienen que ver con la imagen corporal “sí, en su mayoría se tiene una distorsión corporal y los pacientes buscan un ideal que ellos jamás alcanzaran, pues tienen esta distorsión de su imagen; pero a veces solo es el mismo impulso de no comer, la sensación de confortabilidad que encuentran en privarse de los alimentos o vomitar, en el caso de la bulimia”.
Los más propensos:
La psiquiatra, Mirna López declaró que aunque nadie está a salvo de sufrir estos padecimientos, sí existe un sector más propenso a desarrollarlo: atletas, bailarines, artistas:
“por la exigencia que conlleva realizar algunas disciplinas ...en las cuales se les pide modificar su imagen, mantener ciertos estándares, estos factores fomentan un nivel de estrés y de auto-exigencia en el cual comienzan a desarrollar estas conductas, claro, con antecedentes de trastornos de ansiedad. Los pacientes que solo lo hacen por su imagen corporal son más fáciles de tratar y normalmente no recaen, es como una dieta que direccionan mal y sus casos son más a tratar con un nutriólogo que con un psiquiatra o terapeuta”
En un artículo Capital México publicó en abril de 2018 que en la Encuesta Nacional de Salud, cada año, al menos, se registran 20 mil nuevos casos de bulimia y anorexia en jóvenes, es decir, un incremento de 300 por ciento en los últimos años; por otro lado estudios del Instituto Nacional de Psiquiatría indican que 10 por ciento de jóvenes con anorexia tuvieron algún intento de suicidio y únicamente 25 por ciento recibió tratamiento especializado.
“Yo solo quería ser la mejor…”
Nelly Monroy García es una joven que practica ballet tiene 20 años, a los 15 se le diagnostico anorexia nerviosa
“fue una etapa muy triste, así la recuerdo, siempre estaba enojada, triste, solo me preocupaba no comer, que no me hicieran comer, que no me preguntaran nada. Yo solo quería ser la mejor, y ser la mejor para mí era ser la más delgada… y sí lo logre” declara con una sonrisa burlona al final.
Ella platica su experiencia con mucha naturalidad, como si aquellos años ya no dolieran pero en los ojos de sus padres la cosa es distinta; su madre Tania García platica con voz quebradiza como Nelly se aislaba por completo de sus amigos y familiares “ya no salía, se enojaba si sus primos la buscaban… a veces comía media manzana en días” y su padre Roberto Monroy no puede ni siquiera decir más palabras “pensé que se me iba a morir”.
Nelly, con una estatura de 1.62 metros llego a pesar 32 kilos y se rehusaba a recibir ayuda “cuando una prima se dio cuenta de lo que me estaba pasando mis papás me llevaron con psicólogos, psiquiatras y todo lo demás pero yo seguía en lo mío, me estresaba mucho… no iba a comer ni a tomar lo que me dieran… hasta que en la academia (de ballet) me dijeron que ya no podía ir si no aumentaba mi peso”
Nelly relata que estar en tratamiento fue difícil y muy doloroso, pues comer ya no era fácil, su organismo ya no funcionaba igual y no aceptaba la comida como antes “cuando quise comer ya no podía, me dolía el estómago, todo me hacía mal y pues el nutriólogo me tenía muy vigilada.”
“Era ir con psiquiatra, terapeuta, nutriólogo etcétera y no solo ella, nosotros también fuimos con el terapeuta para saber cómo tratarla, actualmente aun la llevamos, además de que se dañó la tiroides por el desequilibrio tan fuerte que tuvo al perder tanto peso… es caro pero es nuestra hija” declara su padre, quien menciona, siempre ha estado al pendiente en este proceso.
La anorexia nerviosa no tiene cura, solamente se puede controlar “es una trastorno, tiene recaídas. Si bien no tiene cura existe tratamiento y seguimiento” declara Mirna López.
Las acciones que se están tomando:
En México los senadores pidieron a la Secretaría de Salud, en coordinación con sus homologas de las 32 entidades federativas reforzar las acciones y programas encaminadas a prevenir y erradicar el suicidio de jóvenes en México, a fin de garantizar su derecho a la salud consagrado en la Constitución.
Con esta acción se espera que los tratamientos contra Trastornos de la Ansiedad sean más comunes y difundidos en instituciones públicas y así luchar contra sus consecuencias como anorexia, bulimia, suicidios…
Según cifras oficiales, en los últimos 10 años se registraron alrededor de 51 mil 381 suicidios en el país, de ellos, 41 mil 867 corresponden a hombres y 9 mil 508 a mujeres.
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